Tengo cierta memoria que me lastima, y no puedo olvidarme lo de Hiroshima...

Desde que llegué tengo un nudo en el estómago y muchas ganas de llorar. Hiroshima duele, se respira tragedia y el aire es muy pesado.
Hace muchos años una bomba cargada de odio borró a una ciudad entera y mató a gran parte de su población.


Durante la Segunda Guerra, Hiroshima era un lugar de importancia militar e industrial y fue la primera ciudad del mundo en recibir un ataque nuclear (y la única junto con Nagasaki).
Kyoto había sido un objetivo posible pero finalmente fue descartado (porque, al parecer, el Secretario de Guerra de EEUU había ido de luna de miel y admiraba la cultura y la historia de la ciudad).
El 6 de agosto de 1945, el avión de guerra estadounidense Enola Gay salió de la isla de Tinian cargando a “Little Boy”, una bomba atómica con 64 kilos de uranio-235. A las 8.15, el avión sobrevoló Hiroshima y el militar estadounidense Thomas Ferebee soltó la bomba, que cayó en menos de 45 segundos y detonó a una altura de 580 metros sobre el centro comercial y residencial de Hiroshima. La explosión mató a unas 80.000 personas (el 30 por ciento de la población), hirió a más de 70.000 y destruyó el 69 por ciento de los edificios de la ciudad. En los meses siguientes, la lluvia negra, la radiación y los efectos residuales de la bomba mataron a más de 146.000 personas.
El hecho de largarla a 600 metros tenía como único objetivo ser letal.
El domo estaba casi debajo del epicentro de la explosión y fue la única construcción de la zona que quedó en pie.





Frente al monumento dedicado a los chicos que murieron por la bomba, veo las miles de grullas que manda la gente en honor a Sadako Sasaki, una chica que murió por la radiación y que dobló mil grullas pensando que de esa manera se curaría.
Tsutomu Yamaguchi fue el único hombre (oficialmente reconocido) que sobrevivió a las dos bombas atómicas: estaba trabajando en Hiroshima cuando cayó la bomba, sobrevivió, se fue a su casa en Nagasaki y sobrevivió otra vez (murió a los 93 años de cáncer de estómago).
En la siguiente foto oto estoy con Mito Kosei, sobreviviente y autor de "A bomb In - utero survivor speaks"
Hiroshima duele y mucho.

Junto a Mito Kosei