Esos instantes de felicidad

Ella es Elvira. Me conoció hace 33 segundos y me regaló su rosario para que esté protegida durante todo mi viaje.


Hasta ese momento mi viernes no era el mejor. Llovía, hacia mucho frío... y yo había viajado durante horas para no conseguir lo que fui a buscar. Tenia hambre, sueño, y solo pensaba en volver a NY. Perdí el tren y me restaban dos horas de espera en la estación de Long Island. 
Elvira me escucho hablar en español y se me acerco, un poco temerosa, y me contó su historia. Es peruana y estaba allí viviendo con sus hijos. La escuche atentamente y no quise interrumpirla. Sus palabras me rozaron el alma. Después llego mi turno, y el desenlace ya lo conocen.
Ella cambio completamente el rumbo de mi viernes, de mi semana y de mi viaje. No hay un día que no recuerde ese hermoso momento. Y hoy, 9 meses después, todavía tengo piel de gallina.
Estas son las cosas más increíbles, mágicas y maravillosas de viajar. Conocer gente, hacer nuevos amigos. Recibir tanta ayuda de personas que al momento son desconocidas y pasan a tener un lugar en tu corazón. Personas que quieren ayudarte sin pedir nada a cambio.
Es muy difícil transcribir en palabras lo que siento en este momento. 
El corazón me explota de amor a cada paso que doy.
Gracias vida por tanto! Me siento inmensamente feliz!!!