Razones para viajar solos al menos una vez en la vida



Estaba navegando por internet cuando me topé de repente con el artículo “7 reasones why you should travel alone at least once in life” (7 razones por las que deberíamos viajar solos al menos una vez en la vida) de Yara Coelho, una chica oriunda de Portugal que viaja hace más de 16 años. El título ya me atrajo. Hace ya un tiempo que yo misma les conté mis razones en el post “Si, soy mujer y viajo sola” y creo que, en cierta forma, el texto de Yara se complementa con mi idea. 

                                       

Nota: El texto tiene experiencias personales de la autora y también algunos de sus consejos.


1. Conocerás gente increíble

Un viaje con amigos o en pareja puede ser muy divertido, viajar solo por una cierta cantidad de tiempo puede llegar a ser una de las cosas más gratificantes que jamás hayas hecho y esto es, en gran parte, debido a las personas que conocerás. Cuando viajamos con amigos o en pareja, tenemos la tendencia a pegarnos a ese pequeño grupo de caras familiares, y aunque conozcamos gente nueva, la dinámica y las interacciones no serán tan profundas y satisfactorias.

Cuando estamos en el camino por nuestra cuenta, estamos mucho más ansiosos por conocer compañeros de viaje, por colaborar con otros viajeros y por lo general, con el objetivo de socializar, logramos conectarnos mucho más con los otros.

2. La abrumadora sensación de libertad absoluta.

Cuando viajamos por nuestra cuenta y empezamos a conocer gente y a hacer grandes amigos, probablemente haremos compañeros de viaje y terminaremos expandiendo nuestros trayecto. Seguramente haremos cambio de planes cuando nos enteremos de una espectacular catarata, una playa desierta increíble, sobre la oportunidad de saltar desde un puente muy alto o de poder degustar una delicia única que solamente encontraremos fuera del camino tradicional.

Cuando estamos de viaje, estamos más abiertos a los cambios y les damos la bienvenida con los brazos abiertos. Lo mejor de todo es que no tenemos que encajar en la agenda de un grupo, ni dar explicaciones o decepcionar a nadie, podemos seguir nuestro ritmo, nuestros deseos y movernos como el viento.

3 . Viajar solo desafía a tus miedos e inseguridades

Esto es importante, sobre todo si es nuestra primera experiencia en solitario. Recuerdo la primera vez que viajé por mi cuenta, a los 18 años. Fui a Londres por mi cuenta durante 3 meses para una “au pair” y vivir con una familia local. Estaba aterrorizada de lo desconocido, pero si me hubiera rendido a ese miedo, nunca hubiera conocido mi lado fuerte, valiente y aventurero. Tenía miedo, pero lo hice de todos modos y al tercer día estaba muy orgullosa de mí misma. A partir de entonces, nunca deje que el miedo me detenga. 16 años y muchas aventuras más tarde, todavía tengo una pequeña voz dentro de mi cabeza preguntando: ” ¿Qué pasa si algo sale mal?”, “¿Y si te metes en problemas? “. Esto es normal y perfectamente humano, existe temor por nuestra propia protección y eso aumenta nuestra conciencia.

Pero no debemos dejar que eso sea lo que controle nuestras vidas. La seguridad puede ser un gran consuelo, pero la clave es el sentido común. Leer e investigar mucho antes de viajar, mirar los comentarios del albergue, y la retroalimentación de investigación con otros viajeros en foros y blogs. Respeta la cultura local y te garantizo que estarás bien.

4. Enamorarse
Todo el mundo quiere encontrar a su media naranja y se habla mucho acerca de relaciones fallidas, ¡mientras que en la ruta esto no tiene que ser así! Encontramos el amor cuando conocemos a alguien que comparte nuestros intereses, sueños y metas. Cuando viajamos solo nos encontraremos con tanta gente de todos los ámbitos de la vida que enamorarse es algo que simplemente puede suceder.

Si va a ser un gran amor de verano o terminar en el altar, nadie lo sabe, pero hay mucha gente por ahí con historias increíbles. Si ya tenes pareja, este tiempo fuera puede aumentar tu pasión y una vez que estes de vuelta vas a apreciar mucho más la compañía del otro.

5. Podes tomarte el tiempo de nutrirte a vos mismo.

Si al volver a casa tenemos una vida estresada, ya sea estudiando o trabajando demasiado, viajar por nuestra cuenta puede ser el mejor momento para tomarnos un descanso y nutrirnos a nosotros mismos.

Tanto si somos mochilero que viajamos barato barato como si el cielo es el límite de nuestro presupuesto, podemos utilizar este tiempo para darnos un gusto. Disfrutar de las comidas locales ricas y deliciosas que aumentarán nuestra energía y salud, dar largos paseos por la playa al amanecer, o recibir un masaje. Hacé un poco de yoga y relajate mucho.

Disfrutemos de todas las cosas maravillosas que nos y entendamos que la felicidad es un derecho de nacimiento, no un privilegio.

6. Tendrás la oportunidad de recrearte a vos mismo y ser quien queres ser.

Mientras viajamos solos podemos dejar nuestro malhumorado y viejo yo atrás y empezar a ser un nuevo “yo”. Explorá partes de su personalidad que no sean muy cómodas o familiares. Cuando estés en el camino te podrán sorprender factores inesperados pero también de lo bien que respondes a ellos.

Permitámonos desatar la persona maravillosa, irresistible e inteligente que somos y que descuidamos en nuestra rutina diaria.

7. Tendrás tiempo, por fin, para dejar atrás todo lo demás.

Simplemente te desconectas del mundo por un tiempo. Apagar el celular para “olvidarse” de chequear el correo electrónico durante unos días… no pensar en las cuentas, las responsabilidades, obligaciones y problemas.

Dejarlos atrás. Algunos de los momentos creativos más intensos o aquellos en los que podemos encontrar las soluciones para todos los problemas son los momentos cuando de verdad nos desconectamos y dejamos preocuparnos.

¿Alguna vez trataste de recordar un nombre o una fecha que no salió hasta que dejaste de intentar? Es lo mismo para el resto de la vida. A veces, nuestro cerebro necesita deshacerse de viejos pensamientos para ser capaz de crear un espacio para los nuevos, los mejores. Así que simplemente desconectate de todo y te sorprenderas por la frescura que sentirás al llegar a casa.